
Hace un momento atrás venía en la micro de Valparaíso a viña del mar, y en medio del tramo un accidente automovilístico, justo iban sacando a los heridos.
Eso me recordó mucho lo que sucedió en el verano, una noche como cualquiera en que sólo se buscaba pasarla bien, pero ésta vez la vida nos dio una lección. Quizás las ganas de seguir pasándolo bien después de un carrete como el de todos los días de verano, casi rutinario, mis amigos querían seguir “pasándola bien” uno subió a aquel auto solo por no caminar a su casa, y los otros cuatro porque de verdad iban a seguir el carrete, él destino en ese momento los unió para darles esté golpe que siempre lo marcará, cada uno iba por su lado se encontraron y decidieron seguir el carrete.
Esa noche estuve con cada uno de ellos, con uno especialmente, y eso fue lo que más me marco, porque recuerdo que ese día en una conversación le dije: “la muerte siempre está a nuestro lado”, y él respondió: “jaja que eres cuatica”. Sin embargo ese día la muerte sí estuvo a su lado. Al subirse al auto fueron a comprar “copete” a un lugar alto de la ciudad, y al ir de vuelta el auto volcó, y uno murió y los demás resultaron heridos. Antes escuchaba de otras personas: “mis amigos tuvieron un accidente en auto, hubieron muertos o personas graves, etc.
Nunca imaginé que publicaría sobre el accidente de mis amigos que vi desde tan cerca, pero creo que importante crear conciencia, a todos nos gusta irnos de fiesta y pasarla bien, pero tenemos que saber hacerlo.